Dos policías fueron imputados por un asalto ocurrido el 8 de marzo a las 22:30. Según la acusación, un hombre fue interceptado en su casa, en avenida Alem, cuando le abría la puerta a su empleada doméstica. En ese contexto los imputados, que son hermanos (uno es cabo del Servicio Penitenciario y el otro es efectivo del 911), junto a un tercer sujeto aún no identificado, llegaron al lugar un par de minutos después, bajaron de un auto Volkswagen Gol Trend rojo y tomaron la llave de la casa que se presume que la empleada les dejó oculta en una bolsa de basura que dejó en la vereda. De esta manera, los agresores abrieron la puerta y subieron hasta el dormitorio de la víctima; uno de ellos le apuntó con un arma de fuego y le dijo: “¿Dónde está la plata, dónde está la plata? Seguidamente, forzaron la puerta de ingreso a una oficina de la planta baja, donde extrajeron de una caja de seguridad la suma de U$S 100.000 y € 2.000 aproximadamente. Luego huyeron en el auto.
El caso está a cargo del fiscal Pedro Gallo, de la Unidad de Robos y Hurtos II. En la audiencia de ayer la auxiliar Romina Agüero solicitó que se impute por robo agravado a los dos policías y que se les dicte la prisión preventiva por cuatro meses. El juez interviniente aceptó la cautelar pero por el plazo de tres meses.
“Tienen facilidades para mantenerse ocultos. Se trata de una banda integrada por cuatro personas, una que no fue identificada, cuentan con recursos económicos y humanos, además, de las técnicas propias de la profesión de efectivos policiales. Desplegaron un accionar planificado y contaban con la colaboración de los cómplices. Utilizaron un automóvil que les permitía huir rápidamente. Fue planificado porque no hubo una decisión apresurada. Esperaron que se retirara la esposa de la víctima para atacar, actuaron en connivencia con la empleada doméstica”.